»All the stupid things I do.
Ayer, por primera vez en mucho tiempo,
me sentí realmente una perra. Yo solita me di cuenta de que estuve muy mal y reaccioné exageradamente, pero recién hoy cuando abrí mi casilla de correo y leí ese mail, terminé de convencerme a mi misma de que estuve realmente como el
traste.
No sé qué me pasó. Tampoco tengo idea de porqué reaccioné así con ella. Y no es que me haya servido para descargarme tampoco, ni siquiera es la responsable de mi repentino mal humor (...) Pero lo hecho, hecho está, y por más que me gustaría volver el tiempo atrás y evitar ciertas cosas que dije, ya es imposible.
Lo único que sí mantengo firme es que
odio los chiste racistas. Hasta cierto punto me los puedo bancar y hasta reírme un poco, pero llega un momento en que
no me causan gracia para nada. Más allá de eso, que tampoco fue el tema central de nuestra "discusión", lo demás hubiera preferido guardármelo y ahorrarle tanta angustia.